
Los de Rafa Benítez salieron a esperar, a dejarse hacer, pero incluso cuando el Arsenal no pudo imponer su dominio en la primera mitad no se decidieron a dar el paso al frente. La falta de actividad de la primera parte se vio sustituida por una pequeña revolución tras el descanso, con intercambio de golpes para ambos equipos que no terminó por fructificar.
Sí lo hizo la insistencia del cuadro londinense, que en el 72 dio con un agujero en la defensa por el que entró Diaby para rematar sólo de cabeza a gol. El tanto hizo reaccionar al Liverpool, pero llegó demasiado tardé. Babel pegó en el larguero al poco de entrar y Gerrard tuvo una falta al borde del área que Cesc Fábregas paró con la mano. Sin embargo, el colegiado no vio la acción del catalán, y los tres puntos se quedaron en el Emirates.
En Boleyn Ground saltó la sorpresa con el triunfo del West Ham sobre el Birmingham (2-0), que no sólo aplaca los ánimos de los de Alex McLeish, sino que permite que los 'hammers' salgan de la zona de descenso. Abrió el camino Diamanti en su regreso con una gran falta directa y sentenció Carlton Cole en la segunda, apartando al Birmingham de sus aspiraciones europeas.
Pero aún mayor fue la que se vivió en el Molineux, donde el Wolverhampton consiguió ganar un partido (1-0) después de casi dos meses sin sumar los tres puntos en liga. Y lo hizo contra el Tottenham, que a pesar de no contar con King y Lennon, es uno de los serios candidatos a colarse en Liga de Campeones.
Idéntico resultado (1-0) se vivió en Blackburn, donde los Rovers superaron al Hull City en el duelo entre dos equipos en apuros. Los 'tigers' llegaban de ganar al Manchester City y tutear al Chelsea, pero la expulsión de Boateng en la primera parte lastró sus opciones.
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