El cuadro azulgrana dibujó sobre el césped del Bernabéu una de las tantas obras de arte para las que está confeccionado, con jugadores de talento exquisito y capaces de apagar un Bernabéu inflamado que esperaba la resurrección de los suyos. El FC Barcelona retrató la historia de esta Liga con una mayúscula victoria -la tercera en seis años- en el feudo de su rival histórico (2-6), un Real Madrid que soñó con lo imposible durante diez minutos, pero que se rindió a la evidencia de un equipo al que tiene a una distancia sideral, infinitamente superior y que mantiene una sublime relación con la pelota.
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