Olimpo 3 - Godoy Cruz 3

El arranque del encuentro fue un drama para el Tomba, ya que Nelson Ibáñez cometió un grosero error en una pelota fácil y se la dejó servida a Ezequiel Maggiolo para poner en ventaja al local.
El Tomba llegó a este partido con nueve cambios para tratar seguir con su cosecha de puntos, pero parecía que la jornada se complicaba porque cuando el Expreso intentó levantar cabeza se encontró con el segundo tanto de Olimpo gracias a Bareiro.
Con ese resultado en contra, Jorge Da Silva decidió meterle acción al partido en el primer tiempo y cambió todo lo planeado en la semana: adentro un delantero (Alvaro Navarro), afuera un volante (Adrián Torres). Es decir, dejó el 3-4-1-2 y pasó a tener un 3-3-1-3.
El segundo tiempo fue más una comedia para Godoy Cruz, ya que comenzó a sonreír de la mano de Fabricio Núñez, aquel que aparecía en todas las carpetas como el jugador que emigraría, en el caso que se diera la llegada de otro delantero extranjero.
La primera sonrisa la dio el Chino Navarro que descontó de cabeza ante una mala salida de Tombolini y después llegó el unipersonal de Núñez con dos definiciones exquisitas, dignas de un delantero que esperaba una oportunidad: la primera definiendo ante la salida del arquero, luego de una doble “peinada” de Navarro y Salinas y en el segundo aprovechando un pase “bochinezco” de Mariano Donda para definir con una parábola por encima de Tombolini.
Ahí el Tomba controló el partido y tuvo un par de chances de liquidar el partido, pero le faltaba el toque del final.
Pero faltaba la aparición del “malo de la película”: Jorge Baliño. El árbitro del partido tuvo el final de la película en sus manos y le dio, junto a su juez de línea número uno, Diego Romero, un gol a Olimpo donde Schefer estaba en posición adelantada y transformó una película romántica (con el triunfo, el Tomba era líder junto a Olimpo y Estudiantes), en una de ciencia ficción porque además de convalidar un gol en offside fue, el tanto llegó cuando ya habían pasado los tres minutos que había adicionado.
Así el Tomba no sólo pierde dos puntos por el gol de Bareiro, sino que también no podrá contar con Leo Sigali quien fue expulsado en el vestuario por exceso verbal.
Ahora habrá que poner la cabeza en el partido con Peñarol, por la segunda fecha del grupo 8, y tratar de olvidarse de este empate que sirvió de avant premier para que Da Silva pueda cambiar de nombres y mantener un funcionamiento.