El seleccionador nacional, es consciente del gran momento que atraviesa la selección, repleta de grandes jugadores capaces de batir muchos records y generar un gran estímulo en las generaciones venideras. A pesar de ello advierte: “No somos imbatibles”. Del Bosque, sabedor de la importancia de los dos partidos ante el conjunto otomano, no quiere dejar ningún cabo suelto en lo que a la preparación del partido se refiere. Así lo expresó en la comparecencia ante los medios de comunicación en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas: “Nuestra obligación es recordárselo, pero ellos son los primeros que saben que nos somos imbatibles y que hay que trabajar mucho para ganar”.La buena noticia es que el estado físico del equipo es óptimo y que el cuerpo técnico cuenta con todos los jugadores convocados, “podemos hacer el equipo que creamos mejor”.
La menos buena es que en frente espera un rival cuyo “nivel de juego es muy bueno”. El técnico salmantino desveló las características del combinado turco: “Saben tener el balón, son un equipo muy luchador y con una gran energía”.
El optimismo en la afición y en la opinión pública es muy elevado, pero Del Bosque sabe que “cada partido es distinto” y que la supuesta superioridad se tiene que demostrar en el campo.
El España – Turquía será un partido cargado de simbolismo y marcados sentimientos para el seleccionador nacional. Además de enfrentarse a unos jugadores que conoce muy bien de su etapa en el Besiktas, el duelo del sábado supondrá su reencuentro con el estadio Santiago Bernabeu “viví recuerdos imborrables en ese estadio, pero ahora mismo no supone más que una anécdota”. A pesar de no mostrarse excesivamente sentimental con la vuelta a la que fue su casa durante muchos años, Del Bosque reconoce que será un partido especial y que está convencido de que la grada presentará un ambiente sensacional.
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